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Ralph Tyler, "El padre de la evaluación"

Crea el primer modelo de evaluación orientada a los objetivos de aprendizaje, el principal aporte de Tyler en el ámbito educativo y por lo que tradicionalmente se le ha otorgado el nombre del “padre de la evaluación” es porque es el primero quien logra plantear un modelo evaluativo sistemático que procura evaluar en función de la relación que existe entre los resultados y los objetivos de aprendizaje que están establecidos curricularmente, a través el desarrollo de las actividades donde de tal manera se buscaba medir la efectividad de la renovación curricular que se llevaba a cabo.

Tyler además de proponer que la evaluación debe llevarse a cabo en función de los objetivos de aprendizaje expuestos en el currículum, también explicita qué es en concreto lo que se debe evaluar. En su moción la finalidad de la evaluación es más que todo de carácter comparativo, ya que como él precisa que la finalidad evaluativa es determinar el entre nivel de coherencia entre los objetivos previstos de aprendizaje y lo obtenido, es decir sus logros, contrastar lo señalado como lo que se debía aprender y lo que finalmente se aprendió (en base a evidencias concretas), siendo esencial que el resultado evaluativo tenga dicha relación de congruencia entre ambos elementos.

Evidenciando la respuesta al ¿cómo evaluar?,  a través de la medición de la cercanía o lejanía entre lo previsto de aprender y lo que finalmente se consigue aprender, lo que otorga a su vez ciertas señales de que el ¿cuándo evaluar? estaría mayormente al final del proceso, ya que allí se puede medir con precisión el logro alcanzado, para lo cual se deben revisar muestras del desempeño el estudiante, por ejemplo mediante pruebas y trabajos que rinden los estudiantes y que dejan registro de su rendimiento, lo que orienta sobre ¿con qué evaluar?

Propone que la evaluación permite el mejoramiento constante de lo que se evalúa: la propuesta del feedback… ¿para qué evaluar?

Tyler propone que la evaluación es un medio que permite realizar mejoras en la propuesta evaluativa y fundamentalmente curricular y con ello supuestamente la comprensión de los estudiantes y el propio sistema, respondiendo con ello el ¿para qué evaluar? Hoy se entiende que el verdadero enfoque de la evaluación es el estudiante y que esta sirve para su propia mejora, siendo la preocupación de la evaluación, la propuesta formativa realizada en función del logro de los objetivos de los estudiantes. De tal manera que la evaluación permite tomar acciones con respecto a cómo plantear la secuencia de logro de los objetivos de aprendizaje, partir de ella pudiendo saber si la propuesta es adecuada, si se deben hacer ajustes o si se debe cambiar. Prueba de este enfoque es la introducción del término de feedback (retroalimentación) en cuanto a la evaluación educativa, dando a entender que la evaluación facilita la entrega de información que permite tomar decisiones para mejorar el proceso.



Para el año de 1949 Tyler condensa sus aportes y conclusiones sobre el sistema educativo norteamericano en su libro Basic Principles of Curriculum and Instruction. Este libro se convirtió rápidamente en un bestseller dentro de su género, como ya fue mencionado, según Tyler, la evaluación como proceso es esencialmente el que determina hasta qué punto los objetivos de aprendizaje se han logrado y cómo estos se encaminan a producir cambios en el comportamiento de los estudiantes, entonces la evaluación corresponde al proceso de determinar hasta qué punto se han producido estos cambios.

Tyler identificó cuatro preguntas, ejes, principios, pasos, o secuencias que van a proveer los parámetros para el estudio de currículo. Las cuales son:

1. Definición pertinente de los objetivos de aprendizaje, en concreto, ¿qué aprendizaje se quiere que los alumnos logren? (objetivos).

2. Presentación de experiencias de aprendizaje útiles o ¿mediante qué situaciones de aprendizaje podrá lograrse dichos aprendizajes? (actividades).

Tyler indica que quienes planifican el currículo deben escoger las experiencias de aprendizaje que tengan mayores probabilidades de lograr los objetivos de aprendizaje, así también se deben disponer situaciones que promuevan e inciten en el estudiante las experiencias de aprendizaje a las que se aspira. El aprendizaje depende en gran medida de la experiencia educativa del estudiante en su interacción con el ambiente, por lo que la responsabilidad que cae sobre el profesor radica en que este debe establecer situaciones estimulantes para alcanzar tal conducta deseada.

3. ¿Cómo pueden estas experiencias educacionales ser organizadas para lograr una enseñanza de forma efectiva?

La planificación del currículum debe hallar formas para organizar de manera efectiva las experiencias de aprendizaje,  procurando de que estas tengan un efecto acumulativo sobre los estudiantes, es decir que se recomienda que las experiencias se construyan una a partir de la otra, ya que esto permite que el estudiante entienda las relaciones entre los que aprenden en las diversas disciplinas.

4. ¿Cómo puede evaluarse si efectivamente los alumnos han aprendido dichos objetivos? ¿Cómo se puede determinar la efectividad de las experiencias de aprendizaje? (evaluación)

El planificador de currículum necesita determinar si los propósitos educacionales están siendo conseguidos lo cual se hace a través de la evaluación, siendo este el proceso mediante el cual se verifica si las experiencias de aprendizaje planificadas están rindiendo el resultado deseado.

La evaluación permite:

1. Reconocer fortalezas y debilidades de los planes curriculares.

2. Confirma la validez de las hipótesis sobre las cuales fue desarrollado el programa instruccional.

3. Comprobar la efectividad de instrumentos utilizados, docentes y elementos necesarios para poner en función el programa instruccional.

4. Delimitar la efectividad del currículum e identificar las áreas que deben ser mejoradas.

Tyler propone que toda persona que diseñará un currículum debe tener en cuenta a tres fuentes:

  •           Los estudiantes
  •           La sociedad
  •           Los requisitos del contenido

Ventajas que nos brinda el modelo de Tyler en el ambiente pedagógico

El modelo es útil y simple para determinar si se están siendo logrados o no los objetivos del programa, así también puede ser utilizado por todo tipo de público, ya que permite definir de forma clara y precisa los cambios que se esperan lograr durante el proceso evaluativo.

Provee la retroalimentación que puede ser una de las herramientas empleadas para reformar el sistema que se utiliza, otorgando de esta manera cierta libertad al maestro dentro del aula y también le sirve de guía.

Problemática con respecto al modelo de Tyler

El modelo de Tayler dentro de sus desventajas ignora lo formativo haciendo énfasis en lo cuantitativo e ignorando la parte afectiva del estudiante. No atiende las dimensiones políticas del currículo y carece de precisión en el lenguaje. En fin, la evaluación de este modelo es principalmente sumativa llevándose a cabo después de la implantación del programa.

Irónicamente, con respecto a  un  procedimiento  que  tan acentuada  la  retroalimentación  y  su propósito en cuanto a la mejora de la educación, esté siendo sido utilizado para prácticamente solo valorar el producto y logro final,  como el método es orientado hacia los objetivos en el momento de la práctica tiende a convertir la evaluación en un acontecimiento que da fin, permitiendo así netamente juicios sobre el producto final, por lo tanto, no conceden modificaciones del programa en lo que compete su desarrollo y ejecución, debido a la consideración de la evaluación como un producto terminal, en cuanto que sólo se emiten juicios de valor respecto al producto final.  Además de que este enfatiza en lo previsto y no tienen en cuenta los efectos secundarios o los resultados que no son previstos del programa pero que sin duda son importantes también.

El modelo de Tyler ha sido bastante criticado por ser demasiado lineal y directivo en cuanto a la creación de un buen currículum escolar, hay críticos que opinan que está obsoleto y que no tiene en cuenta los últimos descubrimientos teóricos sobre el tema, y que solamente es útil para quienes no están en contacto con el ámbito educativo.

Tyler nunca contestó de manera satisfactoria a estas críticas, no lo hizo porque creía que cualquier que quisiera contradecir la validez de su modelo tendría que ser capaz de proponer una alternativa mejor al mismo, cosa que ninguno de sus detractores pudo.

Cambios y recomendaciones

Para que la utilización de este modelo sea efectiva es necesario hacer modificaciones del mismo,  debido a las diversas necesidades. Primeramente, el modelo se le debe atribuir alguna especie de una planilla en la cual los datos puedan ser recogidos y analizados, en segundo lugar, la evaluación debe ser tanto sumativa como formativa y así también debe incluir los criterios de evaluación y profundizarlos, por último, se le debe brindar atención a la parte afectiva del estudiante.

El modelo curricular de Ralph Tyler es interesante, aunque sería mejor si fuese menos conductista e incluyeran más los intereses del alumno, dado que este currículum se basa en lo que se quiere lograr en el alumno con dichos "objeivos" pero sin tomar en cuenta las necesidades o los intereses que tiene.